En ITP, la reunión sobre el PPWR con el Eurodiputado Salini 

date 24 julio 2023

La nueva planta de producción ITP construida con una tecnología de última generación para la producción de empaques super delgados y reciclables, fué la ocasión para dedicar una tarde a profundizar el PPWR – Packaging and Packaging Waste Regulation – que se debate actualmente en Bruselas. 

“El proyecto del Reglamento Europeo sobre los empaques y sus residuos no tiene en cuenta el desempeño italiano en relación con el porcentaje de reciclaje de empaques plásticos: tenemos una ventaja de 7 años respecto a los objetivos que se propuso la Unión Europea. Por este motivo varios políticos están planteando las demandas del sector del empaque, con el fin de atenuar los límites y la rigidez que supondría este Reglamento de aprobarse en su actual redacción”. 

Paola Centonze – Chief Communication & Sustainability Officer ITP – 

En el encuentro participaron líderes de opinión de los sectores del comercio minorista, alimentación, producción de empaques y recicladores, reuniendo toda la cadena de suministro en torno a los problemas planteados por el PPWR. El CEO de ITP, Massimo Centonze, inició la velada presentando la empresa y recordando su compromiso desde sus inicios -hace 50 años- en el desarrollo de productos sostenibles con el fin de reciclar y reducir los empaques puestos en el mercado y subrayó el papel fundamental que desempeñan los envases de plástico para garantizar la seguridad alimentaria y reducir el desperdicio de los alimentos. Conceptos reiterados y profundizados en las intervenciones posteriores de Andrea Corniani, AD Weightpack Srl y Stefano Lazzari Presidente Ejecutivo del Grupo Fabbri Vignola Spa. 

El corazón del evento fue el discurso del Eurodiputado Massimiliano Salini, quién destacó cómo el debate sobre el PPWR es uno de los desafíos más representativos de su mandato. 

La Sfida del PPWR

Europa es uno de los continentes con mayor capacidad para generar excelencia.  Uno de los instrumentos a través de los cuales la calidad de nuestros productos puede llegar a todos los consumidores a nivel global, desde los más ricos a aquellos con menos posibilidades, uno de los factores que más democratiza la calidad de nuestro ingenio es precisamente el empaque porque permite a un público más amplio y numeroso respecto a otra época el acceso a productos de alta calidad. 

El “drama” de este nuevo reglamento sobre los empaques – como explica el Eurodiputado – es que la UE, después de haber definido en los últimos 15 años una serie de normas férreas para el sector y que ha proyectado los países europeos hacia el desafío de maximizar el reciclaje de los materiales esté cambiando dirección apostando por el reutilizo. 

Reciclar o reutilizar los empaques 

Italia es el país que mejor ha aceptado este desafío, que resulta el más inteligente para los ciudadanos porque no les exige modificar en modo negativo el estilo de vida renunciando a productos de alta calidad y accesibles económicamente. La sugerencia hecha a los productores fue proyectar y usar empaques que se puedan reciclar fácilmente, para reducir la cantidad de residuos. Compromiso que ITP abandera desde sus inicios adoptando metodologías más avanzadas para reducir el proprio impacto sobre el medio ambiente, proyectando el reciclaje del film plástico desde la producción y usando la menor cantidad posible. 

Este reglamento simplemente vuelve al concepto de reducir los empaques comercializados mediante la herramienta de la reutilización, ignorando los grandes resultados obtenidos hasta ahora gracias al reciclaje. Con esta regulación el deseo de hacer las cosas de un mejor modo se reduce, porque a los pocos países que han demostrado ser honestos y han ganado el desafío del reciclaje se les pide de desacelerar el proceso. 

De hecho, considerando la combinación de los artículos más estrictos entre los propuestos, el artículo 3 con las definiciones relacionadas, el artículo 6 y 7, pilares de la nueva legislación, art. 22 con la limitación a una serie de productos y el art. 26 uno de los más controvertidos, porque intenta introducir el concepto de reutilización en sustitución del reciclaje en el sector Horeca, estos dos conceptos entran en competencia. No sorprende que la principal enmienda que los negociadores hicieron establezca que cuando un país miembro garantiza ciertas prestaciones de reciclaje, a aquel país -en los sectores específicamente involucrados en el artículo 26- los objetivos de reutilización que ese artículo prevé no se apliquen, ya que los objetivos se persiguen igualmente con un alto rendimiento de reciclaje. 

Es necesario que los diferentes países y sus empresas sean libres de definir las tecnologías que desean usar para lograr los objetivos propuestos, pues de lo contrario se reduce la capacidad de innovar. Es fundamental en este sentido considerar en cada caso los estudios LCA correspondientes a los diferentes tipos de empaques. Por ejemplo, gracias al reciclaje químico, tecnología aún en desarrollo se podrán obtener cualidades más elevadas respecto al reciclaje mecánico permitiendo tener empaques reciclados también para las categorías de productos más sensibles como los alimentos y las medicinas. 

Otro punto controversial está en el artículo 3 del PPWR, el concepto de reciclaje que se define de un alto nivel sólo si permite el reciclaje en circuito cerrado: un producto reciclado que vuelva a ser el mismo que antes del consumo. Esto puede aplicarse solo a algunos materiales, pero a la política debería interesar solamente que ningún material se convierta en residuo. 

Neutralidad tecnológica para lograr los objetivos UE 

Por ahora son muchos los puntos para discutir en el Documento del Reglamento. Prefiriendo por ejemplo el reutilizo de los empaques para el transporte de grandes electrodomésticos, se irían a generar problemáticas de gestión y aumentos de costos logísticos, con efectos negativos para la distribución de las mercancías. 

La conclusión lógica a la que llega Massimiliano Salini es que las evaluaciones de impacto tienen que ser el fundamento de las leyes, de ellas derivan los objetivos que se ponen los Estados miembros y los deben seguir apropiándose del principio democrático de neutralidad tecnológica. 

Las acciones políticas en defensa de la capacidad productiva de la manufactura europea las mantienen las empresas del embalaje, que ven concretamente las implicaciones que el PPWR tendrá para el sector y soportan con muchas propuestas de corrección la negociación finalizada para salvaguardar el sector empaques, sin abandonar el objetivo ambiental.